La vegetación, y en especial los bosques, es un elemento fundamental en el ciclo del agua y en la protección del suelo contra la erosión.

En los suelos sin vegetación, cuando llueve, hay poca cantidad de agua que se infiltra en el suelo, se genera mucha escorrentía superficial y esa agua arrastra parte del suelo, erosionándolo.

En suelos con cubierta vegetal, cuando llueve, se produce menos escorrentía superficial. La mayor parte del agua se infiltra en el suelo, alimentando nuestros acuíferos. Además, hay menos pérdidas del suelo por erosión y menos cantidad de agua que termina llegando a los ríos y arroyos.

Si queremos preservar nuestros acuíferos, que a su vez alimentan a nuestros ríos y suelos, y también disminuir los riesgos por inundación en nuestras cuencas hidrográficas, necesitamos disponer de grandes superficies con vegetación.

Con el siguiente experimento podrás demostrar una de las muchas funciones de la vegetación.

1. Corta dos botellas por la mitad y quédate con la parte superior, que servirá de embudo. Haz dos agujeros en la botella para colocar un hilo que sirva de colgador.
2. En las otras dos botellas corta una “ventana” rectangular.
3. Llena las dos botellas de tierra.
4. En una de las dos botellas pon hierba. También puedes simular un bosque recortando triángulos de cartulina, pegándolos en un palillo y clavándolos en la tierra.
5. Vierte agua en la botella que no tiene vegetación y después en la que tiene vegetación.

La botella que solo tenía tierra simulaba un suelo sin vegetación. ¿Qué ha ocurrido cuándo has vertido agua sobre ella? Si ha salido mucha agua por la boca de la botella y con mucha tierra es porque un suelo sin cobertura vegetal drena mucho más rápido. Imagina una planta que está creciendo en un suelo desnudo, sin vegetación, será mucho más difícil que crezca porque su suelo retiene poca agua y muchos de los nutrientes y minerales que necesita serán arrastrados por el agua. Además, sin vegetación el suelo también está desprotegido frente al viento.

Sin embargo, en la botella con vegetación seguro que quedó mucha más agua y tierra retenida, ¿verdad? Ahora has podido demostrar cómo un suelo con vegetación está mucho más protegido y retiene más agua.